Hace poco me preguntó una amiga lo siguiente:
¿Por qué las agencias de traducción no tenéis una tarifa de precios fácil que me permita saber por cuánto me va a salir mi traducción?
Bueno, la verdad es que haberlas, haylas. Se pueden encontrar fácilmente haciendo una búsqueda en Google.
A lo máximo que llegan es a ponerte un precio por palabra, normalmente bastante bajo. No a algo así como:
Documento de Word 1 página: XXX €
Documento Powerpoint 20 páginas: XXX €
Pero bueno, al menos tienen el precio por palabra en la web, pensé que era lo que mi amiga estaba buscando así que se lo dije y le di las páginas web que prometen eso.
Al cabo de unos días vino más cabreada todavía. Había probado en esas páginas, que efectivamente tenían el precio por palabra en la web, y al pedirles presupuesto formal el precio por palabra había subido.
Algo así como cuando vas a comprar un dominio en Internet que te dicen que te saldrá a 1 € al año y acabas pagando 6 o 7.
Bueno, volvamos al tema.
Esas páginas que le di a mi amiga son nuestra competencia y está feo que hable mal de ella. Así que no lo voy a hacer.
Lo que yo entiendo que ocurre es que quieren adaptarse lo más posible a lo que demanda el mercado, y eso son precios fáciles de entender.
Pero no funciona, no en el mundo de la traducción.
Los precios de la traducción se pueden fijar cuando ves el documento a traducir y entiendes el entorno en el que se va a usar.
No es lo mismo fijar precio para la traducción jurada de un expediente universitario que fijar el precio para la traducción de una escritura que se va a usar en un juicio por ejemplo.
Las habilidades que se necesitan son distintas.
Y eso sin hablar del formato, es posible que el original esté en un documento digital, pero también puede que llegue en forma de fotos de documentos o de otras formas aún más rocambolescas.
Al traductor eso le supone más tiempo que ha de invertir y ese esfuerzo tiene que estar reflejado en el precio.
Y luego está el mundo de las traducciones corporativas, o sea traducir documentos internos de empresa para su uso en la toma de decisiones, la formación o cualquier otro.
Ahí entra en juego lo que se llama campos semánticos propios de cada empresa. En las empresas se acaban creando determinadas formas de llamar a las cosas que no siempre coinciden con la traducción académica de las palabras o los giros que se utilizan.
Normalmente las empresas no tienen documentados esos campos semánticos, y es trabajo del traductor llegar a conocerlos para conseguir una traducción que realmente se pueda usar.
En Landaluze no tenemos precios por palabra en nuestra web.
Lo que hacemos es darte presupuesto lo más rápido que podemos para que puedas conocer el precio de tu traducción. Ya que no podemos tener una lista de precios infinita, al menos intentamos que tengas el presupuesto para tu problema concreto lo antes posible.
Así puedes comparar y decidir lo que más te convenga.
Hacemos traducciones jurídicas y juradas, traducimos páginas web, hacemos correcciones de traducciones automáticas y creamos contenidos en el idioma que los necesites.
Y todo con un gran nivel de servicio, claro que eso solo podrás comprobarlo si nos contratas.
Un abrazo.